El vino requiere de un proceso de elaboración importante para deleitarnos en diferentes ocasiones de nuestra vida, es crucial observar de cerca las labores de cultivo y cuidado de estos procesos. ¿Te interesa conocer mucho más sobre lo delicioso del vino? Analizaremos qué es un enólogo y su trabajo en la bodega.
Desde el cultivo, los trabajos de vinificación y la crianza y envejecimiento, más el embotellado constituye un largo labor para conseguir la personalidad del producto final. La importancia de esta supervisión de la elaboración del vino garantiza la calidad del producto para cada bodega.
Te invitamos a seguir leyendo este artículo, conoce los fundamentos y funciones de esta filosofía para conseguir uno de los placeres que nos da la vida: tomar un buen vino.
¿Qué es un enólogo?
Básicamente, es el profesional que se encarga de gestionar todo el proceso del vino, siendo el encargado de las técnicas de cultivo, desarrollo y crianza del vino, para su correcto almacenaje. No obstante, su concepto va mucho más allá de lo básico, realmente son profesionales del mundo del vino.
Un enólogo se encarga de realizar todos los análisis necesarios, técnicos y sensoriales, para potenciar las características del vino, y, así garantizar su calidad. La labor del enólogo es continua, ya que deben mantenerse informados sobre las innovaciones existentes para la mejora de las técnicas empleadas en la elaboración del vino.
Su importancia en el mundo profesional es muy relevante, los enólogos deben constituir un perfil técnico con altos conocimientos sobre física, microbiología, matemáticas, genética, química, entre muchos más. Conocer todos los procesos de elaboración, permite que estos profesionales sean capaces de asesorar para líneas de negocio.
Con el paso del tiempo la perfección y refinamiento de la educación ha mejorado todo el proceso del vino. Si bien, antes todo ese conjunto de labores era hecho por profesionales de todo tipo, es decir, químicos, biólogos, farmacéuticos, etc., pero la aparición del enólogo empezó a verse como un perfil específico e importante en el mundo.
El enólogo no solo debe ser partícipe de todos los procesos de elaboración, embotellamiento y asesoramiento del vino. Es capaz de llevar a cabo cada aspecto de distribución y marketing del vino. Desde 1998, se debe contar con una titulación universitaria de Licenciatura en Enología.
¿Cuáles son las funciones de un enólogo?
Para entender mucho más la importancia de los enólogos, debemos valorar cada una de sus funciones. Explicar en un solo párrafo todo lo que debe hacer y aprender un enólogo es muy difícil, tanto para explicar como para que se entienda, así que dedicaremos un espacio a ello.
Las funciones del enólogo son variadas, pero se van repartiendo a lo largo de la labor que deban emprender, empezando desde el cultivo de las uvas hasta el embotellamiento, esa línea de tiempo entre el proceso, requiere de todas las funciones que debe ejercer el profesional.
Ahora bien, las funciones del enólogo son las siguientes:
- Elección del terruño y de las uvas: es crucial analizar las características del terreno, situación climática y cómo aprovechar todos los aspectos para elaborar el producto final. Asimismo, el análogo debe conocer las diferentes cepas de uvas, mezcla, etc. Progresivamente, el profesional debe supervisar el desarrollo, riego, envero, para determinar el cultivo.
- Gestionar las estrategias de producción: el enólogo debe mantener conocimientos de las exigencias del mercado, posibilidades técnicas y legales del sector. Además, aprovechar cada una de las estrategias para conseguir objetivos que sean planteados de forma correcta y limpia.
- Indumentaria de la bodega: el profesional debe elegir el diseño de la bodega con respecto a la indumentaria, y tener los conocimientos necesarios para tomar decisiones a nuevas tecnologías. En la actualidad, las innovaciones están detrás de nosotros, es importante evaluar la función que mejore la calidad del servicio, no que empeore el trabajo final.
- Normativas sanitarias y de seguridad: la elaboración del vino es bastante delicada y cuenta con una responsabilidad grande, por ello, velar por el cumplimiento de las normas es muy importante, tanto para la producción como para los encargados del proceso. Se debe supervisar cada paso de formación en la bodega.
- Gestión del proceso de elaboración del vino: la elección de las técnicas de elaboración adecuadas, procedimientos para obtener el mosto, seguimiento y control de la fermentación, estudio y análisis de las condiciones físicas y ambientales presentes en el proceso.
- Los trabajos en laboratorio: todos los enólogos deben tener conocimientos en química, física, matemáticas y más para manejar todos los análisis macrobióticos, sensoriales y organolépticos para mejorar y supervisar los procesos de producción del vino, de forma eficiente.
- Embotellado, distribución y venta del vino: una vez se hayan finalizado todos los procesos de producción el enólogo debe conocer el manejo de marketing de las bodegas y mantenerse en colaboración.
- Técnicas de vinificación: desde diseñar hasta supervisar todas las técnicas de vinificación, los trabajos de vendimia, extracción del mosto, procesos de crianza y barrica, todo debe ser llevado a cabo con el seguimiento de los profesionales del mundo del vino para conseguir buenos resultados.
La modernización del sector vinícola requiere de personas capaces de dedicarse a la competencia para desarrollar buenos productos. Los enólogos que vienen ejerciendo las labores desde tiempo atrás, donde no existía la titulación, se les genera un certificado de habilitación profesional, donde son valorados al igual que otros profesionales.
Las funciones son muchas, además, día tras día se implementan otros elementos que deben ser practicados por los enólogos. Son profesionales que deben mantenerse en conocimientos continuos para ejercer correctamente. Disfrutar de vinos de calidad depende de estos grandes profesionales y trabajadores que los acompañan, así que es muy valorado alrededor del mundo.
Aunque se vea como una labor sencilla, los enólogos son profesionales formados en universidades. Nuestro paladar merece la mejor experiencia y sabor del vino, y debemos las gracias a estos grandes profesionales que se mantienen en continuos aprendizajes y valoración de la producción.